** Esta epístola está dirigida a todos los creyentes en el evangelio. Su diseño parece ser proteger a los creyentes contra los falsos maestros que habían comenzado a colarse en la iglesia cristiana, y a dispersar principios peligrosos, al intentar rebajar a todo el cristianismo a una creencia meramente nominal y una profesión externa del evangelio. Habiendo así negado las obligaciones de la santidad personal, les enseñaron a sus discípulos a vivir en cursos pecaminosos, al mismo tiempo halagándolos con la esperanza de la vida eterna. Se muestra el carácter vil de estos seductores, se denuncia su sentencia y la epístola concluye con advertencias y consejos a los creyentes. * El apóstol exhorta a la firmeza de la fe. (1-4) El peligro de ser infectado por falsos maestros, y el terrible castigo que se infligirá a ellos y a sus seguidores. (5-7) Una descripción horrible de estos seductores y su deplorable final. (8-16) Los creyentes advirtieron contra la sorpresa de que tales engañadores surjan entre ellos. (17-23) La epístola termina con una doxología alentadora, o palabras de elogio. (24,25)