** Es evidente que Jeremías fue el autor de las Lamentaciones que llevan su nombre. El libro no fue escrito hasta después de la destrucción de Jerusalén por los caldeos. Que seamos guiados a considerar el pecado como la causa de todas nuestras calamidades, y bajo las pruebas ejercemos sumisión, arrepentimiento, fe y oración, con la esperanza de la liberación prometida a través de la misericordia de Dios. * El miserable estado de Jerusalén, las consecuencias justas de sus pecados. (1-11) Jerusalén representada como una mujer cautiva, lamentando y buscando la misericordia de Dios. (12-22)