31-35 Cristo, al llamar zorro a Herodes, le dio su verdadero carácter. El más grande de los hombres era responsable ante Dios, por lo que le convenía llamar a este orgulloso rey por su propio nombre; pero no es un ejemplo para nosotros. Sé, dijo nuestro Señor, que debo morir muy pronto; cuando muera, estaré perfeccionado, habré cumplido mi obra. Es bueno que consideremos que el tiempo que tenemos por delante es poco, para que así nos animemos a hacer la obra del día en su día. La maldad de las personas y los lugares que más que otros profesan la religión y la relación con Dios, desagrada y entristece especialmente al Señor Jesús. El juicio del gran día convencerá a los incrédulos; pero aprendamos a acoger con agradecimiento y a aprovechar a todos los que vienen en el nombre del Señor, para llamarnos a participar de su gran salvación.

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