50-56 Muchos, aunque no hagan ninguna demostración en la profesión externa, sin embargo, como José de Arimatea, estarán mucho más dispuestos a hacer un servicio real, cuando haya ocasión, que otros que hacen más ruido. Cristo fue enterrado apresuradamente, porque se acercaba el sábado. El llanto no debe impedir la siembra. Aunque lloraban por la muerte de su Señor, debían prepararse para santificar el sábado. Cuando se acerca el día de reposo, debe haber preparación. Nuestros asuntos mundanos deben estar ordenados de tal manera que no nos impidan realizar nuestra labor sabática; y nuestros santos afectos deben estar tan excitados que nos lleven a realizarla. Cualquiera que sea el negocio al que nos dediquemos, o cualquiera que sea el corazón que nos afecte, nunca dejemos de prepararnos para el día de sagrado descanso, que es el día del Señor, y de santificarlo.

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