19-35 A sus milagros en el reino de la naturaleza, Cristo añade esto en el reino de la gracia: A los pobres se les predica el evangelio. Señala claramente la naturaleza espiritual del reino de Cristo, que el mensajero que envió antes que él para preparar su camino, lo hizo predicando el arrepentimiento y la reforma del corazón y de la vida. Tenemos aquí la justa culpa de los que no se dejaron impresionar por el ministerio de Juan Bautista o del propio Jesucristo. Hicieron una burla de los métodos que Dios tomó para hacerles el bien. Esta es la ruina de las multitudes; no son serias en las preocupaciones de sus almas. Estudiemos para demostrar que somos hijos de la Sabiduría, atendiendo a las instrucciones de la palabra de Dios, y adorando aquellos misterios y buenas nuevas que los infieles y fariseos ridiculizan y blasfeman.

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