Jesús entra en Judea. (1,2) La pregunta de los fariseos sobre los
divorcios. (3-12) Niños pequeños traídos a Jesús. (13-15) La
pregunta del joven rico. (16-22) la recompensa de los seguidores de
Cristo. (23-30)... [ Seguir leyendo ]
1,2 Grandes multitudes siguieron a Cristo. Cuando Cristo parte, lo
mejor es que lo sigamos. Lo encontraron tan capaz y dispuesto a ayudar
en otros lugares, como lo había sido en Galilea; dondequiera que el
Sol de Justicia se levantaba, lo hacía con la sanidad en sus alas.... [ Seguir leyendo ]
3-12 Los fariseos deseaban sacar de Jesús algo que pudieran
representar como contrario a la ley de Moisés. Los casos sobre el
matrimonio han sido numerosos, y a veces perplejos; hechos así, no
por la ley de Dios, sino por las lujurias y locuras de los hombres; y
a menudo la gente fija lo que va a ha... [ Seguir leyendo ]
13-15 Es bueno cuando nosotros mismos venimos a Cristo y llevamos a
nuestros hijos. Los niños pequeños pueden ser llevados a Cristo como
necesitados y capaces de recibir bendiciones de él, y tener un
interés en su intercesión. Sólo podemos pedir una bendición para
ellos: Cristo sólo puede ordenar la... [ Seguir leyendo ]
16-22 Cristo sabía que la codicia era el pecado que más fácilmente
acosaba a este joven; aunque había conseguido honestamente lo que
poseía, no podía desprenderse alegremente de ello, y con esto se
demostraba su falta de sinceridad. Las promesas de Cristo hacen que
sus preceptos sean fáciles, y su y... [ Seguir leyendo ]
23-30 Aunque Cristo habló con tanta fuerza, pocos son los que tienen
riquezas que no confían en ellas. ¡Cuán pocos son los pobres que no
tienen la tentación de la envidia! Pero la seriedad de los hombres en
este asunto es como su empeño en construir un muro alto para
encerrarse a sí mismos y a sus h... [ Seguir leyendo ]