3-12 Los fariseos deseaban sacar de Jesús algo que pudieran representar como contrario a la ley de Moisés. Los casos sobre el matrimonio han sido numerosos, y a veces perplejos; hechos así, no por la ley de Dios, sino por las lujurias y locuras de los hombres; y a menudo la gente fija lo que va a hacer, antes de pedir consejo. Jesús contestó preguntando si no habían leído el relato de la creación y el primer ejemplo del matrimonio, señalando así que toda desviación del mismo era mala. Lo mejor para nosotros es elegir y mantener esa condición, que es lo mejor para nuestras almas, y que tiende a prepararnos y preservarnos para el reino de los cielos. Cuando se abraza realmente el Evangelio, hace que los hombres sean parientes amables y amigos fieles; les enseña a llevar las cargas y a soportar las enfermedades de aquellos con quienes se relacionan, a considerar su paz y felicidad más que la propia. En cuanto a las personas impías, es apropiado que sean restringidas por las leyes, para que no rompan la paz de la sociedad. Y aprendemos que el estado matrimonial debe iniciarse con gran seriedad y oración sincera.

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