32-34 De los dos, mejor un demonio mudo que uno que blasfeme. Las curas de Cristo atacan la raíz, y eliminan el efecto quitando la causa; abren los labios, rompiendo el poder de Satanás en el alma. Nada puede convencer a los que están bajo el poder del orgullo. Creerán cualquier cosa, por falsa o absurda que sea, antes que las Sagradas Escrituras; así muestran la enemistad de sus corazones contra un Dios santo.

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