47-54 Aquí se toma cuidado en distinguir la tribu de Leví, que en el asunto del becerro de oro se había distinguido. Los servicios singulares serán recompensados con honores singulares. Fue un honor para los levitas que se les confiara el cuidado del tabernáculo y sus tesoros, tanto en sus campamentos como en sus marchas. Fue en honor de las cosas santas que nadie debía verlas ni tocarlas, excepto aquellos que fueron llamados por Dios para el servicio. Todos somos ineptos e indignos de tener comunión con Dios hasta que somos llamados por su gracia a la comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor; y así, siendo la descendencia espiritual de ese gran Sumo Sacerdote, nos convertimos en sacerdotes para nuestro Dios. Se debe tener un gran cuidado para prevenir el pecado, porque prevenir el pecado es prevenir la ira. Siendo una tribu santa, no se les contaba entre los demás israelitas. Los que sirven en las cosas santas no deben enredarse ni ser enredados en asuntos mundanos. Y que todo creyente busque hacer lo que el Señor ha ordenado.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad