4-20 A los coatitas se les encomendó llevar las cosas santas del tabernáculo. Todas las cosas santas debían estar cubiertas, no solo por seguridad y respeto, sino también para evitar que fueran vistas. Esto no solo marcaba la reverencia debida a las cosas santas, sino también el misterio de las cosas significadas por esos tipos y la oscuridad de la dispensación. Pero ahora, a través de Cristo, la situación ha cambiado, y se nos anima a acercarnos con confianza al trono de la gracia.

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