10-31 Esta es la descripción de una mujer virtuosa de aquellos días, pero los contornos generales se adaptan igualmente a todas las edades y naciones. Ella tiene mucho cuidado de recomendarse a la estima y el afecto de su esposo, conocer su mente y está dispuesta a que él la gobierne. 1. Se puede confiar en ella, y él dejará que una esposa así se encargue de él. El es feliz en ella. Y ella se dedica constantemente a hacerle el bien. 2. Ella es una que se esfuerza en sus deberes y se complace en ellos. Ella tiene cuidado de llenar el tiempo, para que ninguno se pierda. Ella se levanta temprano. Ella se aplica al negocio apropiado para ella, al negocio de las mujeres. Ella hace lo que hace, con todo su poder, y no es una tontería. 3. Hace que lo que hace se convierta en una buena cuenta mediante una administración prudente. Muchos se deshacen comprando, sin considerar si pueden pagarlo. Ella provee bien para su casa. Ella se acuesta para el más allá. 4. Ella observa bien los caminos de su hogar, para poder obligar a todos a cumplir con su deber para con Dios y con los demás, así como con ella. 5. Intenta dar como al recibir, y lo hace de manera libre y alegre. 6. Ella es discreta y complaciente; cada palabra que dice muestra que se rige por las reglas de la sabiduría. Ella no solo toma medidas prudentes, sino que también da consejos prudentes a los demás. La ley del amor y la bondad está escrita en el corazón y se muestra en la lengua. Su corazón está lleno de otro mundo, incluso cuando sus manos están más ocupadas con este mundo. 7. Sobre todo, ella teme al Señor. La belleza no le recomienda nada a Dios, ni es una prueba de sabiduría y bondad, pero ha engañado a muchos hombres que eligieron la esposa. Pero el temor de que Dios reine en el corazón es la belleza del alma; dura para siempre 8. Tiene firmeza para soportar las cruces y las decepciones. Deberá reflexionar con comodidad cuando sea mayor, que no fue ociosa o inútil cuando era joven. Ella se regocijará en un mundo por venir. Ella es una gran bendición para sus relaciones. Si la fruta es buena, el árbol debe tener nuestra buena palabra. Pero ella lo deja a sus propias obras para alabarla. Todos deberían desear este honor que viene de Dios; y de acuerdo con este estándar, todos debemos regular nuestros juicios. Esta descripción permite a todas las mujeres estudiar a diario, que desean ser verdaderamente amadas y respetadas, útiles y honorables. Este pasaje debe aplicarse a las personas, pero ¿no puede aplicarse también a la iglesia de Dios, que se describe como un cónyuge virtuoso? Dios por su gracia ha formado de entre los hombres pecadores una iglesia de verdaderos creyentes, para poseer todas las excelencias aquí descritas.

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