1-11 La voluntad de Dios se da a conocer por las obras de la creación y por las conciencias de los hombres, pero más claramente por Moisés y los profetas. La principal dificultad es lograr que los hombres asistan a la instrucción. Sin embargo, la atención a las palabras de Cristo guiará a los más ignorantes al conocimiento salvador de la verdad. Donde hay un corazón comprensivo y la voluntad de recibir la verdad en el amor, la sabiduría se valora por encima de la plata y el oro.

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