12-14 El diseño de lo que sigue es claro. Es para exaltar nuestros puntos de vista con respecto a las bendiciones que Cristo nos ha obtenido, comparándolas con el mal que siguió a la caída de nuestro primer padre; y al mostrar que estas bendiciones no solo se extienden a la eliminación de estos males, sino mucho más allá. Adán pecando, su naturaleza se volvió culpable y corrompida, y así llegó a sus hijos. Así en él todos han pecado. Y la muerte es por el pecado; porque la muerte es la paga del pecado. Luego entró toda esa miseria que es el debido desierto del pecado; temporal, espiritual, muerte eterna. Si Adán no hubiera pecado, no habría muerto; pero se dictó una sentencia de muerte, como a un criminal; pasó a todos los hombres como una enfermedad infecciosa de la que ninguno escapa. En prueba de nuestra unión con Adán, y nuestra parte en su primera transgresión, observe que el pecado prevaleció en el mundo, durante muchas eras antes de que Moisés diera la ley. Y la muerte reinó en ese largo tiempo, no solo sobre adultos que pecaron voluntariamente, sino también sobre multitudes de infantes, lo que muestra que habían caído en Adán bajo condenación, y que el pecado de Adán se extendió a toda su posteridad. Él era una figura o tipo del que iba a venir como Garantía de un nuevo pacto, para todos los que están relacionados con Él.

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