Porque al comer lo que llamáis la Cena del Señor, en lugar de participar todos de un solo pan, cada uno trae su propia cena y la come sin quedarse por el resto. Y por esto los pobres, que no pueden mantenerse por sí mismos, no tienen nada; mientras que los ricos comen y beben hasta saciarse, como solían hacer los paganos en las fiestas de sus sacrificios.

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