Y un tercer ángel lo siguió ... A no mucha distancia de tiempo. Diciendo: Si alguien adora a la bestia salvaje, esta adoración consiste, en parte en una sumisión interior, una persuasión de que todos los que están sujetos a Cristo deben estar sujetos a la bestia o no pueden recibir las influencias de la gracia divina, o, como su expresión es decir, no hay salvación fuera de su iglesia; en parte en una adecuada reverencia externa a la bestia misma y, en consecuencia, a su imagen.

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