No contristéis al Espíritu Santo - Por cualquier desobediencia. Particularmente por discurso corrupto; o por cualquiera de los siguientes pecados. No lo obligues a apartarse de ti, como lo hace un amigo a quien lamentas por su comportamiento cruel. El día de la redención: es decir, el día del juicio, en el que se completará nuestra redención.

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