Pesadez - De esa postura lúgubre, y me puse en la postura de un peticionario. Lo hizo a la hora del sacrificio vespertino, porque entonces los devotos solían entrar en los atrios del templo, para que, al escuchar su confesión, también se hicieran conscientes de los pecados del pueblo. Y él estaba atento a esa gran propiciación, de la cual ese sacrificio era un tipo peculiar.

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