Una nube cubrió el monte seis días - Una señal visible de la presencia especial de Dios allí, porque él se muestra a nosotros de tal manera que, al mismo tiempo para ocultarse de nosotros, nos hace saber tanto como para asegurarnos de su poder y gracia, pero nos insinúa que no podemos encontrarlo a la perfección. Durante estos seis días, Moisés se quedó esperando en la montaña, por una llamada a la cámara de presencia. Y en el séptimo día, probablemente el día de reposo, llamó a Moisés. Entonces la densa nube se abrió ante los ojos de todo Israel, y la gloria del Señor estalló como fuego devorador.

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