Ata el neumático - Adorna tu cabeza, como solías hacer; no vayas con la cabeza descubierta como un doliente. Tus zapatos - En grandes lamentos los judíos iban descalzos. No cubras tus labios - Era costumbre entre ellos cubrirse el labio superior. No comas: de tus vecinos y amigos, que solían visitar a sus amigos afligidos y enviar provisiones escogidas a sus casas.

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