Porque tampoco lo recibí ... De una vez. Tampoco me lo enseñó ningún hombre, lenta y gradualmente. Pero por la revelación de Jesucristo - Nuestro Señor le reveló al principio, su resurrección, ascensión y el llamamiento de los gentiles, y su propio apostolado; y le dijo entonces que había otras cosas por las que se le aparecería.

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