No había pensado en ver tu rostro, (habiendo dado muchos años por perdido) y he aquí, ¿Dios me ha mostrado también tu simiente? - Vea aquí, cómo estos dos buenos hombres poseen a Dios en sus comodidades. José dice: Son mis hijos que Dios me ha dado. Y para magnificar el favor, agrega, en este lugar de mi destierro, esclavitud y prisión. Jacob dice aquí: Dios me ha mostrado tu descendencia. Nuestros consuelos son doblemente dulces para nosotros cuando los vemos venir de la mano de Dios.

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