Siéntate a mi diestra - En este versículo y en el siguiente hay una alusión a dos costumbres antiguas; uno, al más alto honor que se solía pagar a las personas colocándolas a la diestra, como Salomón hizo con Betsabé, cuando estaba sentado en su trono, 1 Reyes 2:19 ; y el otro, a la costumbre de los conquistadores, que solían pisar el cuello de sus enemigos vencidos, como muestra de su entera victoria y triunfo sobre ellos.

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