Vosotros, mi pueblo, podéis testificar por mí, que os he dado claras demostraciones de mi conocimiento certero de los acontecimientos futuros. Mi siervo, Ciro, que es un ejemplo eminente y prueba de la presciencia de Dios; o el Mesías, que es el testigo más eminente en esta causa. Entender - Que yo soy el Dios verdadero. Ni después de mí. Los dioses de los paganos no tenían un ser antes de mí, ni continuarán después de mí; mientras que el Señor es Dios desde la eternidad hasta la eternidad; pero estos pretendientes son de ayer. Y, además, los llama dioses formados, en una forma de desprecio, y para mostrar la ridiculez de su pretensión.

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