Asombrado: por la profundidad y el misterio de los juicios de Dios, que caen sobre hombres inocentes, mientras que los peores hombres prosperan. Sin embargo, a pesar de todos estos sufrimientos de los hombres buenos y del asombro que causan, se opondrá con más celo a los hipócritas, que hacen de estas extrañas providencias de Dios una objeción a la religión.

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