Casa designada: la tumba es una casa estrecha, oscura y fría, pero allí descansaremos y estaremos a salvo. Es nuestro hogar, porque es el regazo de nuestra madre, y en él estamos reunidos con nuestros padres. Es una casa designada para nosotros por Aquel que ha establecido los límites de todas nuestras habitaciones. Y está designado para todos los vivos. Es el receptáculo común para ricos y pobres: todos debemos ser llevados allí, y eso en breve.

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