Muchos publicanos y pecadores notorios se sentaron con Jesús - Algunos de ellos indudablemente invitados por Mateo, movidos con compasión por sus viejos compañeros en el pecado. Pero las siguientes palabras, Porque eran muchos, y lo siguieron, parecen implicar que la mayor parte, alentada por sus palabras amables y la ternura de su comportamiento, e impaciente por escuchar más, se quedó sin invitación, sino que presionó en tras él, y se mantuvieron tan cerca de él como pudieron.

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