Sálvalos, yo los preservaré, para que la violencia no los destruya, ni el tiempo de cautiverio los agote; y este remanente conservado volverá y será plantado en su propia tierra, y allí será guardado en seguridad. Por el Señor - Particularmente en esa extraordinaria liberación de Ezequías y Jerusalén, de Senaquerib.

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