Para tener una mente carnal, es decir, tener la mente en las cosas de la carne. Es la muerte: la marca segura de la muerte espiritual y el camino a la muerte eterna. Pero tener una mente espiritual, es decir, pensar en las cosas del Espíritu. Es la vida: una marca segura de la vida espiritual y el camino a la vida eterna. Y acompañada de paz: la paz de Dios, que es el anticipo de la vida eterna; y paz con Dios, opuesto a la enemistad mencionada en el siguiente versículo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad