Ireneo contra las herejías Libro IV

Y no sólo por lo dicho, sino también por la parábola de los dos hijos, el menor de los cuales consumió sus bienes viviendo en el lujo de las rameras, enseñó el Señor a uno y al mismo Padre, que ni siquiera permitía que un cabrito su hijo mayor; pero para el que se había perdido, [es decir] su hijo menor, mandó matar el becerro engordado, y le dio la mejor túnica.[589]

Clemente de Alejandría El Instructor Libro II

Porque no sería decoroso que nosotros, a la manera del hijo del rico en el Evangelio,[23]

Tertuliano sobre el arrepentimiento

Tampoco pasaré en silencio aquel dulcísimo padre que llama a casa a su hijo pródigo y lo recibe de buen grado arrepentido de su indigencia, sacrifica su ternero mejor cebado y honra su alegría con un banquete.[82]

Tertuliano de la Paciencia

paciencia.[132]

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