Tertuliano contra Marción Libro II

Sin embargo, si aceptáis el evangelio de la verdad, descubriréis sobre quién recae la sentencia del Juez, al devolver sobre los hijos los pecados de sus padres, incluso sobre aquellos que habían sido (lo suficientemente endurecidos) para imprecarse espontáneamente esta condenación. : "Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos"[189].

Fragmentos exegéticos de Hipólito

Porque esto no es nada diferente, creo, de la palabra de locura: "Su sangre" (sea sobre nosotros), y así sucesivamente.[14]

Los Testamentos de los Doce Patriarcas III

y al final, como suponéis, le mataréis, no comprendiendo su resurrección, tomando impíamente sobre vuestras cabezas la sangre inocente.[26]

Evangelio de Nicodemo I Los Hechos de Pilato

que ha sido muerto injustamente, ya que ni yo he hallado falta en él, ni en Herodes; porque por eso me lo ha devuelto. Los judíos dijeron: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.[98]

La muerte de María Latín II

A esto respondió: ¿No creemos? Pero, ¿qué haremos? El enemigo de la raza humana ha cegado nuestros corazones, y la confusión ha cubierto nuestro rostro, para que no confesemos las grandezas de Dios, especialmente cuando nosotros mismos proferimos maldiciones contra Cristo, gritando: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. [17]

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