El canto triunfal de los ángeles Apocalipsis 19:1-4 : Continuó el regocijo por la caída de la gran ramera. Hubo un gran grito como de mucha gente en el cielo que juntos alababan al Señor por su majestad, dominio y autoridad. El grito fue "Aleluya". ¡Aleluya significa alabar al Señor! ¡Fue alabado porque la salvación, la gloria, el esplendor, la majestad, el poder, el dominio y la autoridad pertenecen a nuestro Dios! Dios fue alabado por Su juicio contra la gran ramera que había corrompido la tierra con su fornicación. Ella había corrompido, desmoralizado y envenenado la tierra con su lascivia y adulterio.

Los que estaban en el cielo se regocijaron porque el Dios Todopoderoso había vengado la sangre de Sus santos de aquella mano de la ramera. Habían orado a Dios por venganza y ahora sus oraciones habían sido escuchadas y contestadas. Gran parte del regocijo tenía que ver con el hecho de que este era un juicio eterno contra esta fuerza maligna. El humo de su quema continuará ascendiendo por la eternidad. Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes dieron su aprobación a lo sucedido al postrarse y adorar a Dios.

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