Vea cuánto necesitamos a Dios -- Hageo 1:9-11 : Nuestro fracaso en obedecer a Dios hace que sea imposible que Él nos bendiga. Estas personas esperaban mucho, pero recibieron poco. Incluso lo poco que tenían pronto desaparecería sin Dios. La razón por la que esto sucedió fue porque pusieron sus propias necesidades, anhelos y anhelos antes que los de Él.

Dios no permitió que la tierra fuera fructífera para ellos. Él dijo: "A mi orden todo será estéril: sus tierras de cultivo y pastos, sus viñedos y olivos, sus animales y ustedes mismos. Todo su duro trabajo será en vano". Ya deberían haberlo sabido porque en Deuteronomio 11:13-17 leemos: "Y acontecerá que si escucháis atentamente mis mandamientos que os mando hoy, de amar a Jehová vuestro Dios, y de servir con todo tu corazón y con toda tu alma, que yo te daré la lluvia de tu tierra a su tiempo, la lluvia temprana y la lluvia tardía, para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite.

Y enviaré hierba en tus campos para tu ganado, para que comas y te sacies. Mirad por vosotros mismos, que vuestro corazón no sea engañado, y os desviéis, y sirváis a dioses ajenos, y los adoréis; Y entonces la ira del Señor se encenderá contra vosotros, y cerrará los cielos, para que no haya lluvia, y la tierra no dé su fruto; y no perezcáis pronto de sobre la buena tierra que os da el Señor.

"El no poner a Dios primero conduce a un destino terrible. Él encuentra formas de mostrarnos cuánto lo necesitamos. ( Hageo 1:9-11 ) Puedes trabajar duro, pero sin las bendiciones de Dios no llega a nada. En este caso Dios detuvo la lluvia e impidió que la tierra fuera productiva, Dios quería que se entendiera que las cosas no dan seguridad, solo Dios da seguridad, cuando nos enfocamos en las cosas nuestro corazón no está puesto en Dios.

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