Comentarios de Charles Box
Juan 8 - Introducción
La historia del perdón Juan Ocho
En el capítulo ocho de Juan está registrada la historia del perdón de una mujer sorprendida en el mismo acto de adulterio. La multitud enfurecida quería apedrearla en nombre de la Ley de Moisés. Lamentablemente, sus motivos eran malvados. La trajeron a Jesús para tentarlo a fin de tener alguna acusación que presentar contra Él. Jesús les dijo que el que estuviera libre de pecado que le tirara la primera piedra. Nadie tiró una piedra.
Jesús le dijo a la mujer que debía seguir su camino y no pecar más. La única forma en que las cosas pueden mejorar en nuestra vida es si dejamos atrás la vida de pecado y obedecemos a Dios con amor y por completo. Jesús dijo: "Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero: porque no estoy solo, sino yo y el Padre que me envió". ( Juan 8:15-16 ) Necesitamos perdonar a los pecadores porque igualmente necesitamos el perdón.
Es verdad que la ley decía: "Y el hombre que cometiere adulterio con la mujer de otro hombre, aun el que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera serán condenados a muerte". ( Levítico 20:10 ) Los fariseos parecen haberse olvidado convenientemente del hombre involucrado. La ley exigía la misma pena para él que para la mujer. Jesús sabía y comprendía mucho más de lo que la gente podría haber imaginado.
En la parte final de Juan ocho, Jesús hizo audazmente su afirmación de ser el Mesías. Les dijo a los judíos que morirían en sus pecados si no creían en Él. Como prueba de su Mesianismo, Jesús dijo: "Abraham, vuestro padre, se alegró de ver mi día; y lo vio, y se alegró". ( Juan 8:56 ) Afirman que Abraham es su padre y Jesús dijo que Abraham se regocijó al ver sus días.
Los judíos respondieron: "Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?" Deben haberse sorprendido cuando Jesús dijo: "Antes que Abraham fuera, yo soy". Jesús dijo con verdad: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". ( Juan 8:12 )