Dios castigará a Samaria y Judá
Miqueas uno
Miqueas fue un profeta de Dios. Fue contemporáneo de Isaías en el siglo octavo antes de Cristo. Profetizó en los días de Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, acerca de Samaria y Jerusalén. Uno de los versículos más famosos del Antiguo Testamento se encuentra en el libro de Miqueas. Miqueas 5:2 dice: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel, cuyas salidas son desde el principio, desde siempre". Esta profecía fue citada a Herodes por los gobernantes de los judíos para guiar a los sabios del oriente. Miqueas señaló a nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Este es un libro importante porque fue "la palabra de Jehová que vino a Miqueas". ( Miqueas 1:1 ) El profeta llamó a la gente a oír y escuchar el mensaje del Creador. La enseñanza del profeta fue diseñada para llamar a la gente al arrepentimiento. Quería que la gente viera cuán terribles eran sus pecados a los ojos de Dios.
La seriedad del pecado se observa cuando Dios le habla al hombre desde Su santo templo. El juicio venía por la idolatría del pueblo. “Porque he aquí, Jehová sale de su lugar, y descenderá, y hollará sobre las alturas de la tierra.” ( Miqueas 1:3 )
Miqueas escribió para advertir a Israel del juicio inminente de Dios sobre el pueblo por romper Su pacto y volverse a la idolatría. Asimismo, dio una advertencia similar a Judá. Eran tan culpables como Israel y serían juzgados en los mismos términos. La justicia y el amor de Dios se observan cuando Él disciplinó a las naciones ya Su propio pueblo. El profeta también dio prueba de que Dios está preocupado por la restauración espiritual de su pueblo. Él está dispuesto a recibirlos de vuelta si se arrepienten. Miqueas representó a Dios como el Señor soberano de la tierra que controla los destinos de las naciones paganas y de Su propio pueblo, Israel.