Un dios que no puede responder -- Oseas 4:12-15 : Los hijos de Israel pedían consejo a sus ídolos de madera y otros objetos de madera. Su vida pecaminosa los había llevado a un juicio terrible; pensando que podrían recibir buenos consejos de un palo de madera. Su prostitución, tanto carnal como espiritual, los había llevado a desear el sexo en los santuarios paganos.

Se habían vuelto infieles a Dios. El pueblo sacrificaba a sus ídolos en las cimas de las montañas y colinas. Encontrarían un árbol con sombra bajo el cual llevar a cabo su adoración pagana. El adulterio espiritual de los líderes de Israel hizo que sus propias hijas y esposas se vendieran para el sexo. Como estos líderes demostraron ser infieles a Dios espiritualmente, sus esposas e hijas les resultaron infieles al cometer adulterio físico.

Dios no está condonando ni apoyando el mal que se estaba haciendo. Permitió el mal para enseñar a estos líderes de Israel una lección necesaria. Dios dijo que no castigaría la prostitución de las esposas e hijas de los líderes de Israel porque ellas mismas "van a las prostitutas y ofrecen sacrificios con ellas en los santuarios paganos. Su propia necedad los llevará a su ruina".

Israel (el Reino del Norte) se había prostituido y sufrido las consecuencias. Dios advirtió a Judá (el Reino del Sur) que a ellos les podría pasar lo mismo. Gilgal y Betel fueron una vez lugares de respeto por el verdadero Dios, pero ahora habían sido contaminados por idólatras. A Judá se le advirtió que se mantuviera alejado de esos lugares y que evitara los males de la adoración de ídolos que se desarrollaban allí.

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