Si decimos que no tenemos pecado, etc.

Si decimos, como el fariseo, que subió al templo a orar, que somos justos, que no necesitamos salvador del pecado, nos engañamos a nosotros mismos: "Todos los hombres pecaron y están destituidos de la gloria de Dios". Es el mayor pecador que llama justicia a sus pecados.

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Nuevo Testamento