II. LOS PÁJAROS Y LOS LIRIOS.

26. He aquí las aves del cielo.

Los pájaros del cielo. El único punto que el Señor desea que contemplemos es que las aves son alimentadas sin sembrar ni cosechar. El argumento es que si Dios alimenta a los pájaros, para que tengan comida en su momento, y suple todas sus necesidades, aunque sean incapaces de previsión, ¿cuánto más se preocupará por sus criaturas racionales que están comprometidas en su servicio? Es posible que desde su elevada posición el Señor señalara, al decir estas palabras, bandadas de pájaros que volaban sobre la llanura, y esta alusión fue.

hermosa lección objetiva, por la cual Cristo hizo todas las aves del cielo. predicador de la confianza en Dios.-- Eggleston. Dios alimenta a los pájaros sin que ellos siembren o cosechen, pero la lección no nos enseña que nos alimentará sin que nosotros lo hagamos. Los pájaros hacen el trabajo para el que fueron creados, y Dios los cuida. Así también cuidará de nosotros, no en la ociosidad o la imprevisión, sino si hacemos la obra para la que Dios nos creó. No necesitamos tener ansiedad si cumplimos con nuestro deber. Esa es la lección que enseña el Señor.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Nuevo Testamento