SALUTACIÓN
( Gálatas 1:1 ) Pablo nombró Apóstol, no por fuente ni agencia humana, sino por Jesucristo y (con Él) Dios Padre, que lo resucitó de entre los muertos (¡Me llamó y vive!), ( Gálatas 1:2 ) y todos mis compañeros de viaje presentes—¡a las diversas Iglesias de Galacia!

( Gálatas 1:3 ) Gracia y paz a vosotros (con Él y en vuestros corazones y vidas) de Dios Padre de los cristianos y del Señor Jesucristo (único a quien debemos nuestro presente estado), ( Gálatas 1:4 ) quien se entregó a sí mismo a la muerte por nuestros pecados, para librarnos de la era del Maligno que nos asedia, siendo tanto su muerte como nuestra liberación conforme a la voluntad eficaz de nuestro Dios y Padre,

( Gálatas 1:5 ) A quien sea la gloria que le corresponde por los siglos de los siglos. Amén.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento