Verso 1. Por tanto, pues, como Cristo ha padecido.

Siendo un hecho que Cristo sufrió por nosotros en la carne, es una fuerte razón por la cual debes hacer todo esfuerzo para asegurar tu propia salvación. Estás involucrado en una guerra. Tus enemigos son el mundo, la carne y el diablo. Estos deben ser resistidos. Debes estar debidamente equipado para esta lucha.

Ármense ustedes también con la misma mente.

La mente es el medio necesario para una resistencia exitosa. Cristo cumplió la voluntad de su Padre hasta sufrir la muerte de cruz, y luego fue sentado en la gloria. Hacer la voluntad del Padre es tener y estar armados con la mente de Cristo. La misma mente y la misma determinación en nosotros resultarán en nuestra victoria sobre todos nuestros enemigos, y nos asegurarán la consiguiente recepción por parte del Padre, y el otorgamiento por él de la recompensa de la vida eterna.

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Antiguo Testamento