Hablo para tu vergüenza. No debes suponerme en serio. Solo digo esto para avergonzarte por el valor indebido que le das a las cosas de esta vida. Estos asuntos bien podrían dejarse a la decisión del miembro más insignificante de su comunidad. Pero no hay necesidad de eso. Seguramente hay muchas personas entre vosotros que son competentes para resolver tales cuestiones, y así ahorraros el escándalo de llevar vuestras disputas ante los paganos, cuando os habéis comprometido a llevar una vida por encima de tales consideraciones".

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