Ven a casa conmigo La narración subsiguiente muestra que no hubo alteración en los sentimientos o intenciones de Jeroboam como consecuencia de lo que había ocurrido. Todavía siguió en su mal camino. Pero deseaba que el hombre de Dios continuara en su compañía por un tiempo, para que su pueblo no se asustara por lo que había sucedido y decidiera romper con la adoración del becerro y subir de nuevo a Jerusalén, al Templo.

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