Cuando el cielo está cerrado, el rey luego ruega contra una plaga de sequía. Esto también había sido proclamado en el Pentateuco como uno de los métodos de disciplina y castigo de Dios. Así Deuteronomio 11:17 se advierte al pueblo que se guarde del pecado no sea que el Señor cierre los cielos para que no haya lluvia; y en Deuteronomio ( Deuteronomio 28:23 ) y Levítico ( Levítico 26:19 ) se usa la llamativa frase -Haré vuestros cielos como de hierro, y vuestra tierra como de bronce.

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