tenía cuatro caras Estas eran las de un hombre delante de cada una, las opuestas de un águila detrás de cada una; un león a la mano derecha de cada uno, y la cara de un buey a la izquierda de cada uno. Así, se presentaban cuatro rostros diferentes en cada dirección, de modo que en cualquier dirección que se moviera el conjunto, mientras se presentaba primero el rostro de un hombre, también se encontraban los de un león, un buey y un águila. Desde este punto de vista, los cuatro seres vivientes componían una sola criatura, y cada uno de los cuatro era en pequeño lo que los cuatro estaban combinados.

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