Y dijo que Esaú habla. Supone que Jacob se alegrará de recibir la protección de sus hombres armados. Jacob se niega, no queriendo correr el riesgo de fricciones derivadas de una colisión entre dos grandes empresas; y no aceptará una bondad que pueda comprometer su independencia. Era más inteligente separarse, mientras aún fueran amistosos. Las naturalezas siguen siendo las mismas; Esaú es irreflexivo, Jacob es calculador.

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