Romanos 11:2

Dios no ha desechado a su pueblo Lit. no echó , &c. Estas palabras son textuales (salvo sólo el cambio de tiempo) con LXX. de Salmo 93 (Heb., 94.):14.

que antes conoció Ver com. Romanos 8:29 . Dos interpretaciones son posibles aquí. La "presciencia", o decisión antecedente soberana de la Mente Eterna, puede ser ( a ) la que designó a la nación para el privilegio, o ( b ) la que designó a los individuos de ella para la gloria final. Las palabras de Romanos 11:3-5 favorecen el último punto de vista; y así San Pablo diría: "Dios nunca expulsó a Israel de la alianza, porque siempre tuvo entre ellos un Israel de Dios conocido de antemano".

El primer sentido (designación nacional) sería perfectamente legítimo en sí mismo; pero está menos de acuerdo con el contexto inmediato y con los razonamientos estrechamente relacionados del cap. 9. La pregunta que se plantea aquí es: "¿Fue la nación alguna vez tan rechazada ?" como que los miembros de ella, como tales , fueron rechazados?" Esto lo niega San Pablo señalando a la "nación dentro de la nación", los fieles elegidos.

de Elías Lit. en Elías ; es decir, en la narración de la vida de Elías.

intercesión En nombre de la Divina Verdad y Culto.

El Olivo entero su raíz, sus ramas y todo es la Iglesia Universal, en la que no hay "ni griego ni judío"; es decir, en la que cada parte real del organismo, cada verdadero creyente, comparte la savia y la vida de la gracia en igual realidad. Pero la imaginería especial está enmarcada para enfatizar no esta verdad, sino otra verdad en armonía con ella; verbigracia. que "la salvación es de los judíos"; que con el patriarca hebreo comenzó, después de una clara ruptura de continuidad, la vida e historia más definidas de la Iglesia; que durante siglos los santos se encontraban todos (prácticamente) entre sus hijos; y que el Salvador universal era de la simiente de David.