Romanos 4:25

entregado como la víctima. Cp. Romanos 8:32 . Aquí el Padre entrega a Su Hijo. En Gálatas 2:20 ; Efesios 5:2 , etc.; tenemos la autoentrega del Hijo. Ver Salmo 40:8-9 , para la unión de las dos verdades. "He aquí que vengo;... me deleito en hacer tu voluntad ".

por nuestras ofensas Lit. por nuestras ofensas ; "porque habíamos ofendido". Tal es el significado natural del gr. El hecho de nuestros pecados exigía, para su justa remisión, nada menos que la Muerte del Señor.

para nuestra justificación Lit. por nuestra Justificación . La construcción es idéntica. Esto, y el resto de las cláusulas, parecen demandar la exposición: "Fue resucitado, porque se efectuó nuestra justificación; "no, " para darnos justificación", como muchos lo interpretan. El paralelo es completo: "Pecamos, por eso padeció; fuimos justificados, por eso resucitó". A esto se objeta que el pensamiento no es doctrinalmente verdadero; siendo la justificación, para cada creyente, no fechada desde la muerte del Señor, sino desde el tiempo de la fe (ver cap.

Romanos 5:1 ). Pero la respuesta es obvia: el Apóstol plantea aquí el Ideal de la materia; no se refiere a justificaciones individuales, sino a la Obra que aseguró para siempre la Justificación de la Iglesia creyente. Un paralelo cercano es el "Consumado es" ( Juan 19:30 ).

(Vea también el lenguaje ideal en Romanos 8:30 ; y paralelos instructivos en Hebreos 1:3 ; Hebreos 10:14 .) En la Idea Divina cada futuro creyente fue declarado justificado, a través de una Propiciación cumplida, cuando Jesús resucitó.

Su resurrección probó Su aceptación como nuestro Sustituto y, por lo tanto, nuestra aceptación en Él. Sin duda, la otra interpretación es verdadera en cuanto a los hechos: Él resucitó para que, a través del Evangelio (que de no haber sido por Su resurrección nunca se hubiera predicado), pudiéramos recibir la justificación. Pero el Gr. la construcción y el equilibrio de las cláusulas están ciertamente a favor de lo que ahora se da.