(4:20,21) "Pero" introduce un contraste. Nosotros "no llegamos a conocer a Cristo" por gratificación propia, sino por lo que "oímos de Él" por el testimonio de otros, y por lo que "se nos enseñó en Él". Todo lo que "sabemos" (hechos e información, no experiencia) de Cristo (su condición de Mesías) lo aprendimos a través de "la verdad que está en Jesús". En otras palabras, el hombre, Jesús, explicó al Mesías (el Cristo) en términos de la verdad.

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