28, 29. Al entrar en la casa de este gentil, junto a él, y en presencia de otros que también eran incircuncisos, Pedro consideró apropiado informarles la razón por la que se apartaba así de una costumbre judía bien conocida. (28) " Y él les dijo: Vosotros sabéis que es ilícito que un judío se adhiera o entre en la casa de uno de otra nación. Sin embargo, Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar común o común". inmundo.

(29) Por lo tanto, vine sin objetar cuando me llamaron. Pregunto, entonces, ¿para qué me enviasteis? Este discurso muestra claramente que Pedro había interpretado la visión de las bestias inmundas como una referencia tanto a los hombres como a la comida de los animales.

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