Ester 10:1-3
1 El rey Asuero impuso tributo sobre la tierra y las costas del mar.
2 Todos los hechos de su autoridad y de su poder y el acta de la grandeza de Mardoqueo, a la que lo elevó el rey, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Media y de Persia?
3 Porque el judío Mardoqueo fue el segundo después del rey Asuero. Él fue grande entre los judíos y estimado por la multitud de sus hermanos. Procuraba el bienestar de su pueblo y promovía la paz entre todos los de su linaje.
Ahora, el capítulo 10 solo trata ahora de la exaltación de Mardoqueo. Fue nombrado, más o menos, primer ministro del Imperio Persa. Se le dio más o menos el cargo y el papel que había tenido Amán. Y es, sin duda, debido a Ester y Mardoqueo y su posición, que cuando Asuero, el esposo de Ester, murió, su hijo, también llamado Asuero en las Escrituras, se convirtió en el siguiente rey, pero la reina Ester, sin duda, tuvo una gran influencia sobre él, su hijastro.
Y fue él quien le dio a Nehemías el permiso y todo para volver y reconstruir la ciudad de Jerusalén, para restaurar los muros y todo. El hijastro de Ester es quien dio ese importantísimo decreto para restaurar y reconstruir Jerusalén, decreto del cual se da el inicio de la profecía de la venida del Mesías. Cuatrocientos ochenta y tres años después de esa fecha vendrá el Mesías. Así que eso es, sin duda, por la influencia que tuvieron Mardoqueo y Ester.
Ahora, esto nos lleva al final de una sección principal del Antiguo Testamento. "