B. Proclamaciones imprudentes de líderes nacionales Jeremias 8:8-12

TRADUCCIÓN

(8) ¿Cómo puedes decir que somos sabios? La Torah del SEÑOR está con nosotros. Mas he aquí, la pluma falsa de los escribas ha obrado falsamente. (9) Los sabios serán avergonzados, serán aterrados cuando sean capturados. He aquí, han despreciado la palabra del SEÑOR y ¿qué clase de sabiduría poseen? (10) Por tanto, daré sus mujeres a otros, sus campos a los desposeídos; porque desde el menor hasta el mayor cada uno de ellos se dedica a ganancias ilícitas; desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el engaño.

(11) Sanan con ligereza la herida de la hija de mi pueblo, diciendo: Paz, paz; cuando no hay paz. (12) Serán avergonzados porque han cometido abominación; sí, no se avergüenzan en absoluto ni saben ruborizarse; por tanto, caerán entre los que caigan; en el tiempo de su visitación tropezarán, dice Jehová.

COMENTARIOS

Los sabios de Judá sintieron que no tenían necesidad de la predicación de Jeremías. Tenían la Torá, los preceptos escritos de la Ley, así que para qué les servía a este agitador de Anatot. Que Jeremías guarde su consejo para sí mismo; porque somos sabios y somos los maestros divinamente designados del pueblo. Entre los sabios, los escribas son señalados para comentarios especiales. Los escribas en los tiempos del Antiguo Testamento eran hombres que sabían escribir.

A menudo servían como oficiales de la corte real ( 2 Reyes 12:10 ) ya veces como oficiales militares ( Jeremias 52:2 ss.). Los escribas en los días de Jeremías eran corruptos como los sacerdotes y los profetas. De alguna manera, a través de sus escritos, los escribas intentaban anular la palabra escrita de Dios.

Quizás estaban publicando la falsa enseñanza de los profetas y sacerdotes. Tal vez estaban haciendo comentarios sobre el Pentateuco que en efecto distorsionaron su enseñanza. Algunos han propuesto que estos escribas fueron incluso culpables de alterar el texto mismo de la palabra de Dios. Lo que sea que estaban haciendo, estos escribas perversos estaban distorsionando, torciendo, pervirtiendo la verdad. Las plumas mentirosas de los eruditos a lo largo de los siglos se han dirigido contra las Escrituras.

A través de falsas interpretaciones y críticas insidiosas, estos lobos vestidos de ovejas han intentado escapar de la autoridad absoluta de la palabra de Dios. Sin embargo, a pesar de estos ataques, la Escritura todavía no puede ser quebrantada ( Juan 10:35 ).

Cuando los hombres rechazan la sabiduría que proviene de la palabra de Dios, ¿qué tipo de sabiduría poseen? El temor del Señor y el respeto reverente a Su palabra es el principio de toda verdadera sabiduría ( Proverbios 9:10 ). Cuán profundamente humillados serán estos sabios de Judá cuando las calamidades una tras otra caigan sobre la nación ( Jeremias 8:9 ).

La sabiduría humana, la lógica humana, la teología humana habían declarado inviolable a Jerusalén. ¡Cuán avergonzados estarán estos sabios cuando sean capturados y todo lo que posean sea entregado en manos de los conquistadores caldeos! Debido a su codicia, los profetas y sacerdotes habían engañado deliberadamente al pueblo ( Jeremias 8:10 ).

Pero al final perderán todo lo que habían acumulado. En lugar de ocuparse de las enfermedades espirituales de la nación, estos líderes religiosos simplemente estaban ocultando el desastre inminente asegurando la paz al pueblo ( Jeremias 8:11 ). Al engañar al pueblo, estos hombres habían cometido abominaciones, pero no muestran vergüenza alguna.

Pero cuando el juicio caiga sobre Judá, estos hombres orgullosos y confiados tropezarán y caerán ante la espada del enemigo ( Jeremias 8:12 ).

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